Clínicas y sanatorios privados en jaque y puestos de trabajo en riesgo por aumentos de hasta 5.000% en insumos
Tal cual vienen advirtiendo clínicas y sanatorios privados, el sistema de salud atraviesa una verdadera crisis que pone en riesgo su sostenibilidad y se agrava cada vez más. Se trata de la misma situación que ha llevado a profesionales médicos y diversos trabajadores de la sanidad a generar reclamos y tomar medidas para resguardarse ante el sostenido deterioro de sus ingresos.
La Asociación de Clínicas y Sanatorios de Mendoza (ACLISA) advirtió sobre la grave situación que atraviesa el sector privado que atiende a 60% de la población, el riesgo de ajustes en los servicios e incluso cierres. Es que el incremento de los costos de los insumos es exponencial y alcanza hasta el 5.000% interanual. De este modo, estos han superado ampliamente la inflación mientras que los valores de las prestaciones no se ha actuado en la misma medida. Como plus, persisten las dilaciones en los pagos por parte de las prestadoras de salud -obras sociales y prepagas- que pueden extenderse hasta los 180 días. De este modo, las clínicas y sanatorios deben absorber los costos hasta el reintegro porque, en primera instancia, garantizan la atención de la salud de los pacientes que es algo que no admite dilaciones.
“Sin clínicas no hay salud”, advirtió la entidad e incluso fue más allá para poner en evidencia el impacto del actual escenario: también están en riesgo miles de puestos de empleo de trabajadores de la salud.
La crisis de la salud en números
Para graficarlo, ACLISA apeló a números que expresan los desfasajes que afectan al sistema y enumeró “Los 10 datos de la crisis en el laberinto de la salud”.
Con el parámetro del índice de Precios al Consumidor (IPC) que durante 2023 fue de 211,4% y que hasta abril de 2024 era de 289,4% interanual, la contraposición con el aumento de insumos es impactante. Lo mismo sucede si se los compara con el salario de los trabajadores de la salud. Por dar un ejemplo menciona que una enfermera recibió un aumento de 245,7% en un año: en marzo de 2023 era de $168.945,61 y en marzo de 2024 pasó a $584.115,53. La inflación interanual de ese mes fue de 287,9%.
El aumento más emblemático es el del acarreo de oxígeno en cilindro, que tuvo un incremento interanual de 4.993,8% y cuyo costo pasó de $50,80 en abril del año pasado, a $2.587,63 en abril de este año.
El oxígeno en sí mismo tuvo un aumento de 1.644,45% en el mismo periodo y pasó de $203,30 el m3 a $3.546,47.
En medicamentos, el frasco de un antibiótico (Piperacilina con Tazobactam) aumentó 3.084,1%: pasó de $427,50 a $13.612,00. Se trata de un medicamento que se utiliza para tratar las infecciones por neumonía e infecciones de la piel, ginecológicas y abdominales causadas por bacterias.
En tanto, el par de guantes estériles aumentaron 900% y la solución fisiológica, 649,6%, insumos de alto consumo en las clínicas.
En otro plano, los servicios: la factura de la luz de un sanatorio de 75 camas con unidad de terapia intensiva (UTI) tuvo un aumento de 543,7 % interanual.
Sin embargo, la demanda por parte de las clínicas y sanatorios de actualización de los valores de las prestaciones y acortamiento del plazo de los pagos no ha tenido solución. Las Obras Sociales Nacionales pagan a entre 60 y 90 días, las Obras Sociales Provinciales, a entre 90 y 120 días y las Obras Sociales Sindicales a entre 90 y 180 días.